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Transformación digital: el 4to cambio mundial

A lo largo de la historia existen diversos momentos, personajes y productos que han cambiado revolucionariamente el rumbo la historia. En esta columna, Nicolás Jodal reflexiona sobre sobre estas etapas y el 4to cambio mundial.

En el mundo tecnológico podemos mencionar 3 momentos que incidieron en la forma de interactuar con nosotros mismos y con lo que nos rodea.

El primer gran cambio fue la aparición de la computadora.

Si bien, la tecnología había dado grandes avances, es el ingreso de la computación la que permite que éstos avances incrementen día a día, es tan importante este acontecimiento que, en la actualidad no concebimos la vida sin el uso de algún dispositivo o computadora.

La primera generación de computadoras (1940-1960) que tenía la capacidad de almacenar 72 números de 23 cifras y realizar una multiplicación en 10 segundos, fue el primer escalón que pisamos para tener lo que hasta ahora tenemos, de esta computadora, con el nombre Z3, que utilizaba tarjetas perforadas para introducir códigos y programas, trascendimos al uso de transistores (segunda generación 1960-1965); posteriormente a la aparición de sistemas operativos y multiprogramaciones (tercera generación 1965-1975); al desarrollo de microprocesadores y computadoras personales (cuarta generación 1975-1990); y finalmente, al incremento de velocidad y la ola de microprocesadores más compactos y robustos (quinta generación 1990…). Tantos cambios que a lo largo de ya casi 80 años han transformado completamente al mundo entero.

El segundo gran cambio que vivimos fue la aparición del Internet. La conexión e intercambio de datos desde sitios geográficamente lejos, nos mostró que gracias a la tecnología, las distancias podrían ser eliminadas.

Imaginen la emoción del envío del primer mensaje de host a host entre la Universidad de California en Santa Bárbara y la Universidad en Utah. Este acto que nos parecería básico en la actualidad, en 1969 significó un avance tecnológico impresionante; significó disminución de tiempos y distancias.

Tanto fue el impacto que, dieciséis años después (1985) ya era utilizado lo que conocemos como Internet, sin embargo, su utilización era minoritaria pues requería grandes inversiones. Para 1990, el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares crea el World Wide Web (www), este acontecimiento hizo que la actual Internet que conocemos explotara a partir de 1993 cuando se popularizó la Red de Redes.

El tercero y más reciente cambio mundial es la aparición del iPad.

La empresa Apple, después de haber tenido un mediano éxito con su famosa Palm, con el diseño de sus dispositivos móviles y sus computadoras, revoluciona al  mundo con la presentación en 2010 del iPad, un dispositivo que podríamos denominar como el compendio de la tecnología que existía en ese tiempo, diferenciándola de los demás por ser un consumidor de texto, videos y aplicaciones mejor que cualquier otro.

El iPad, no sólo cambió la forma en cómo vemos los dispositivos móviles pues, lejos de ser “un iPhone o un iPod de mayor dimensión” (como en su tiempo fue expresado), se convirtió en un elemento necesario para personas en el ámbito empresarial y cotidiano del hogar, trabajadores, estudiantes, etcétera. Revolucionó el desarrollo de aplicaciones, cambió la forma en cómo leemos, grabamos y nos comunicamos. Este dispositivo revolucionó nuestra forma de ver nuestro alrededor que creíamos haber dominado.
Fue tan grande el cambio que representó este dispositivo que, los desarrolladores tuvimos que cambiar completamente nuestra percepción de las aplicaciones, es decir, conforme pasó el tiempo y los cambios tecnológicos llegaban, fuimos los desarrolladores los que, en el silencio, realizábamos todos los cambios para que la experiencia de un nuevo invento fuera más elevada.

Nosotros, los desarrolladores, no sólo caminamos al ritmo que la tecnología requeiere, sino que algunos avanzamos unos pasos más; desarrollamos soluciones que se ajustan a la alta cantidad de sistemas y dispositivos que existen, minimizamos tiempos y esfuerzos, sin embargo, aún falta más.

En esta nueva era, en este nuevo año 2017, es nuestra obligación que todos los avances que hemos presenciado lleguen a un nuevo nivel; que además de solucionar tareas sencillas, se conviertan en un aliado; que nos transformen el entorno de manera positiva, la mirada y la forma en cómo realizamos las cosas; necesitamos que apostemos por una transformación digital que nos permita obtener mejores resultados en menor tiempo, contar con las posibilidades de la tecnología para concretar ideas en pro de mejorar.

Una transformación que actúe en nuestro propio beneficio como humanidad, innovando en lo cotidiano. Es nuestra responsabilidad, aprender, enseñar y revolucionar nuestro entorno.  Es nuestra responsabilidad transformar digitalmente este mundo.
Este es el siguiente paso, revolucionar nuestro mundo con la transformación digital.